domingo, 26 de octubre de 2014

Entrevista de Van Passen a Durruti.


Momentos antes de partir hacia el frente, el periodista canadiense Van Passen mantuvo una entrevista con Durruti, que fue publicada en el «Toronto Star» y que por su interés creo oportuno transcribir:


Van Paasen describe al veterano líder revolucionario como un hombre alto, moreno, de rostro despejado y rasgos morunos, hijo de un campesino pobre en el que llamaba la atención su peculiar habla chispeante y gutural. Representa a una organización sindical con dos millones de afiliados sin cuya colaboración nada podría hacer la República. Las declaraciones de Durruti a The Toronto Daily Star son una exacta radiografía de los fines, métodos y ambiciones de la revolución anarquista. “A donde quiera que vayas”, escribe el periodista en su crónica, “es Durruti y otra vez Durruti de quien se oye hablar como de un hombre admirable.  
 The Toronto Daily Star, 18 de agosto´36

*Por Pierre Van Paasen (1895 - 1968)
 (…) No, aún no los hemos puesto en fuga- dijo enseguida con franqueza, cuando le pregunté por las posibilidades de victoria sobre los rebeldes-. Tienen Zaragoza y Pamplona, donde están los arsenales y las fábricas de munición. Debemos tomar Zaragoza, y luego dirigirnos al sur para enfrentarnos a Franco. Seguramente, dentro de dos o tres semanas, libraremos la batalla decisiva.

 - ¿Dos o tres semanas?- pregunté pesaroso.
 - Sí, quizá un mes. Esta guerra civil durará todo agosto, por lo menos. Las masas se han alzado en armas. El ejército ya no cuenta. Sólo hay dos bandos: el de los civiles que luchan por la libertad y el de los civiles que son rebeldes y fascistas. Los trabajadores de España saben que si triunfa el fascismo, se verán abocados al hambre y la esclavitud. Pero los fascistas también saben lo que les espera cuando sean vencidos. Por eso la lucha es implacable y constante. Para nosotros, se trata de aplastar el fascismo y barrerlo para que no pueda volver a asomar en España. A pesar del Gobierno.

 - ¿Por qué dice que a pesar del Gobierno? ¿Acaso el Gobierno no combate la rebelión fascista?
 - Ningún Gobierno del mundo combate el fascismo hasta su muerte. Cuando la burguesía ve que el poder se le escapa entre los dedos, recurre al fascismo para poder mantenerse. Hace mucho tiempo que el Gobierno liberal de España podría haber dejado sin poder a los elementos fascistas. En vez de eso, dio rodeos y llegó a compromisos y perdió el tiempo. En este momento, incluso ahora, en el Gobierno hay gente que quiere tratar a los rebeldes con guante de seda. El actual Gobierno puede llegar a necesitar a las fuerzas rebeldes para aplastar al movimiento obrero.

(…) ¿Así que piensa seguir con la revolución? Largo Caballero e Indalecio Prieto dicen que el Frente Popular sólo es para salvar la República.
- Puede que esa sea la opinión de esos señores. Nosotros, los sindicalistas, luchamos por la revolución. Sabemos lo que queremos. Para nosotros no significa nada que en alguna parte del mundo exista una Unión Soviética que obtuvo la paz y la tranquilidad sacrificando al fascismo bárbaro de Stalin a los trabajadores de Alemania y China. Queremos la revolución en España, y la queremos ahora, no después de la siguiente guerra europea.

(Era corresponsal para Europa de The Toronto Daily Star. Conocía bien España y, a su llegada a Barcelona, se sumó a la columna de Durruti, mítico líder revolucionario que falleció unos meses después en Madrid. Su entrevista es un texto ya clásico para el estudio del anarquismo)

DURRUTI: No, todavía no hemos puesto en fuga a los fascistas. Siguen ocupando Zaragoza y Pamplona, donde están los arsenales y las fábricas de municiones. Debemos conquistar Zaragoza a toda costa. Las masas están armadas, el antiguo ejército ya no existe. Los trabajadores saben lo que significaría el triunfo del fascismo: carestía y esclavitud. Pero también los fascistas saben lo que les espera si son vencidos. Por eso ésta es una lucha sin compasión. Para nosotros se trata de aplastar para siempre al fascismo. Y a pesar del gobierno.
Sí, a pesar del gobierno. Lo digo porque ningún gobierno del mundo combatirá a muerte al fascismo. Cuando la burguesía ve huir el poder de sus manos, recurre al fascismo para mantenerse. Hace tiempo que el gobierno liberal español habría podido reducir al fascismo a la impotencia. En cambio ha vacilado, ha maniobrado y tratado de ganar tiempo. Incluso actualmente hay en nuestro gobierno hombres que quisieran tratar a los rebeldes con guante de seda. ¿Quién sabe? (Se ríe.) Tal vez un día este gobierno podría necesitar a los militares rebeldes para destruir al movimiento obrero...

VAN PAASEN: ¿De modo que prevé dificultades incluso después de sofocada la rebelión de los generales?

DURRUTI: Sí, habrá una cierta resistencia.

VAN PAASEN: ¿Resistencia por parte de quién?

DURRUTI: De la burguesía, por supuesto. Aunque la revolución triunfe, la burguesía no se dará por vencida tan fácilmente.
Nosotros somos anarcosindicalistas. Luchamos por la revolución. Sabemos lo que queremos. Poco nos importa que exista en el mundo una Unión Soviética por amor a cuya paz y tranquilidad Stalin ha entregado a los trabajadores alemanes y chinos a la barbarie fascista. Queremos hacer la revolución aquí, en España, ahora mismo, no después de la próxima guerra europea. Nosotros actualmente les damos más preocupaciones a Hitler y a Mussolini que todo el ejército rojo. Con nuestro ejemplo les mostramos a la clase obrera alemana e italiana cómo se debe tratar al fascismo.
Yo no espero la ayuda de ningún gobierno para la revolución del comunismo libertario. Es posible que las contradicciones dentro del campo imperialista influyan en nuestra lucha. Es bastante posible. Franco se esfuerza por arrastrar al conflicto a toda Europa. No vacilará en lanzar a los alemanes contra nosotros. Nosotros, en cambio, no esperamos ayuda de nadie, ni siquiera de nuestro propio gobierno.

VAN PAASEN: Pero si triunfan descansarán sobre un montón de ruinas.

DURRUTI: Siempre hemos vivido en barracas y tugurios. Tendremos que adaptarnos a ellos por algún tiempo todavía. Pero no olviden que también sabemos construir. Somos nosotros los que hemos construido los palacios y las ciudades en España, América y en todo el mundo. Nosotros, los obreros, podemos construir nuevos palacios y ciudades para reemplazar a los destruidos. Nuevos y mejores. No tememos a las ruinas. Estamos destinados a heredar la tierra, de ello no cabe la más mínima duda. La burguesía podrá hacer saltar en pedazos su mundo antes de abandonar el escenario de la historia. Pero nosotros llevamos un mundo nuevo dentro de nosotros, y ese mundo crece a cada instante. Está creciendo mientras yo hablo con usted.

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